Este tipo de artefactos son una de las maquinaria más versátiles y completas. Si bien su diseño y tamaño hace que se vean como máquinas complejas, su uso es bastante sencillo e incluso puede ser de gran ayuda para diversas tareas tanto domesticas como industriales.
¿Qué son?
Por definición, un compresor (gracias a su tanque) toma el aire, lo comprime, almacena y libera a través de la presión. Con el uso de un tubo flexible, el aire es expulsado con gran fuerza, la cual puede ser regulada. Su funcionamiento depende de un correcto conocimiento, uso y mantención de sus principales elementos: el compresor, el tanque o cilindro y el control de suministro.
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¿Para qué sirven?
Los diferentes usos de un compresor varían según el tipo de trabajo. Sin embargo, pueden ocuparse con facilidad tanto en el hogar como en tareas de limpieza, jardín u obras más complejas.
Un compresor de aire puede ser útil en funciones como:
- Pintura a presión con pistola.
- Inflar neumáticos.
- Limpiar superficies a presión.
- Operar herramientas neumáticas con conexión de aire (grapadoras o llaves de impacto)
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¿Cómo realizar una correcta mantención?
Básicamente se deben realizar tres procesos de cuidados periódicos a un compresor de aire para permitir que estas máquinas sigan prestando un servicio de calidad por mucho tiempo. Entre esos tres procedimientos se encuentran:
- Mantenimiento y cambio del filtro de aire.
- Cambio de aceite y correcta nivelación de éste.
- Extracción del remanente de aire comprimido en el estanque.
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